Por: Luís Álvaro Mejía Arguello, Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana
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| Casa Luis Perú de la Croix Foto internet |
Parece mentira que tengamos un alcalde que sea capaz de entregar la casa Luís Perú de la Croix para la Procuraduría General. Este recinto, que contiene un sentido histórico, cultural y es monumento nacional, fue donado por Ecopetrol a la otrora Biblioteca Municipal Gabriel Turbay-hoy IMC-, y tiene para los santandereanos un sentido simbólico especial.
Que el Alcalde no lo entienda, no tenemos la culpa; sin embargo debería respetar y mantener el patrimonio que nos pertenece a todos. Parece una tradición que a nuestros alcaldes les sobran los recintos culturales. Paradójico e inexplicable que esta casa termine siendo sede de la Procuraduría, pues a éste órgano de control hubo de acudirse cuando Fernando Vargas intentó entregar el inmueble a la Policía Nacional.
Ni Fernando Vargas ni al actual Alcalde han cumplido con los términos del contrato de donación No. 3519 del 21 de agosto de 1992; su cláusula quinta dice: “…el bien mueble que por este instrumento se dona, deberá ser destinado para la ejecución de programas de desarrollo cultural, en especial para el cumplimiento de las tareas específicas que de conformidad con el acuerdo 060 del 1972, le corresponde atender a la Biblioteca…”.
Ambos mandatarios se han opuesto a la propuesta de Dirección Cultural de la UIS consistente en la recuperación de la Biblioteca Departamental, instalando allí los museos de Ciencias Naturales, Geología y Guane, junto a un centro de memoria viva cuya finalidad es propiciar proyectos pedagógicos alrededor de la historia y la cultura regional.
En su última comunicación a los gestores culturales, el alcalde Bohórquez informa que ya tiene definido un proyecto para la casa, poniéndole punto final a la propuesta que durante varios años gestionó la UIS; infortunadamente ni la cultura ni la educación son prioridad para nuestros alcaldes, desconocen que el desarrollo de una sociedad se fundamenta en la educación y la cultura.
