- Simposio Internacional: Estrategias para la prevención primordial de enfermedades cardiometabólicas, se desarrollará el 21 y 22 de marzo en Bucaramanga.
El estudio denominado ACFIES (Asociación entre capacidad aeróbica, fuerza muscular y composición corporal con factores de riesgo metabólicos en niños colombianos), realizado por la Dirección de Investigaciones de la Fundación Oftalmológica de Santander -FOSCAL, con la colaboración de la Universidad de Santander -UDES y la Universidad Metropolitana de Londres, y que será publicado este mes en la Revista científica internacional 'Plos One', sugiere la necesidad de implementar estrategias que fomenten la actividad física en niños y adolescentes escolarizados a fin de reducir el riesgo para enfermedades cardiovasculares.
La investigación que se realiza desde el año 2011 con cerca de 650 niños pertenecientes a la Institución educativa INEM de Bucaramanga, con edades entre los 8 a 14 años, permitió determinar que los chicos que tienen menor fuerza y/o capacidad cardiorrespiratoria tienen mayor riesgo cardiometabólico (resistencia a la insulina, triglicéridos altos, sobrepeso y obesidad marcada por su índice de masa corporal -IMC).
Desde el año 2011 la FOSCAL, la UDES y la Universidad Metropolitana de Londres vienen desarrollando este estudio, que en su fase inicial contó con el auspicio de la Alcaldía de Bucaramanga y la Fundación Española MAPFRE, y a partir del cual se desarrolló un ensayo de campo para evaluar asociaciones que hasta el momento no habían sido evaluadas en niños colombianos, y que posteriormente incluyó una intervención de actividad física para identificar el efecto del entrenamiento de resistencia para mejorar la fuerza muscular junto con el entrenamiento aeróbico y en circuitos, en los factores de riesgo metabólicos que tenían presentes al inicio de la intervención.
De acuerdo con el doctor Patricio López-Jaramillo, director de Investigaciones de la FOSCAL e investigador principal del estudio, "Colombia tiene una transición nutricional y epidemiológica muy importante, en donde los factores clásicos de enfermedad cardiovascular se están presentando cada vez en edades mucho más tempranas. Estamos evidenciando una epidemia de sobrepeso y obesidad en niños y niñas, que puede estar acelerando a futuro la aparición de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, el síndrome metabólico y la diabetes". Añadió que “en el estudio se observó que el 21% de los participantes estaban en sobrepeso y obesidad, y además, fue evidente que a menor fuerza y capacidad aeróbica el índice de riesgo metabólico aumentaba de forma importante, tanto en niños como en niñas".
Durante el trabajo de campo los participantes fueron evaluados mediante una serie de mediciones físicas, de manejo del deporte y del tiempo libre. Además, se les calculó el índice para medir la resistencia a la insulina, la circunferencia abdominal, el nivel de los triglicéridos, la lipoproteínas de alta densidad y la presión sistólica, considerados estos, los factores clásicos que a largo plazo pueden volverse precursores de enfermedad cardiovascular.
Daniel Cohen, doctor en Ciencias del Deporte y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santander (UDES) expresó que "entre los resultados más importantes de esta investigación se destaca que si un niño desde edades tempranas tiene poca fuerza muscular, es sedentario y no es activo físicamente, automáticamente puede tener unos marcadores determinantes a largo plazo de enfermedad cardiovascular, lo cual sugiere que si se establecen programas de prevención primaria dirigidos a la realización de actividad física controlada desde el punto de vista de fuerza, sumados a ejercicios que aumenten la capacidad aeróbica como caminar o trotar al menos durante 30 minutos diarios se podría disminuir la probabilidad de muerte por enfermedad cardiovascular –la principal causa de mortalidad en Santander, y esto definitivamente se enmarca dentro de la prevención primordial".
Los investigadores enfatizaron que la práctica de actividad física regular en los niños puede contribuir a mejorar su rendimiento académico y la relación de estos con sus pares, además de ser un factor protector frente a conductas de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol, y el abuso de sustancias psicoactivas, entre otras.
Estos resultados se presentan días antes de la realización del Simposio Internacional: Estrategias para la prevención primordial de enfermedades cardiometabólicas, que se desarrollará el 21 y 22 de marzo en la ciudad de Bucaramanga, con la participación de importantes conferencistas nacionales e internacionales provenientes de instituciones como el Ministerio de Salud y Protección Social, la Universidad de McMaster de Canadá, la Universidad de los Andes, la Universidad del Norte, la Universidad Industrial de Santander, la Universidad Autónoma de Bucaramanga, la Universidad de Santander, el Observatorio de Salud Pública de Santander, entre otras.
El eje temático de este encuentro es la prevención primordial, la cual apunta al establecimiento de políticas públicas que permitan implementar programas y acciones que deben realizarse de forma colectiva como país o como región para impactar directamente en el desarrollo de algún factor de riesgo que pueda desencadenar una enfermedad.
Esta dirigido a médicos, investigadores, fisioterapeutas, salubristas, farmacéuticos y todo el personal de salud relacionado con la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiometabólicas en el ámbito regional y nacional. ![https://mail.google.com/mail/u/0/images/cleardot.gif]()
La investigación que se realiza desde el año 2011 con cerca de 650 niños pertenecientes a la Institución educativa INEM de Bucaramanga, con edades entre los 8 a 14 años, permitió determinar que los chicos que tienen menor fuerza y/o capacidad cardiorrespiratoria tienen mayor riesgo cardiometabólico (resistencia a la insulina, triglicéridos altos, sobrepeso y obesidad marcada por su índice de masa corporal -IMC).
Desde el año 2011 la FOSCAL, la UDES y la Universidad Metropolitana de Londres vienen desarrollando este estudio, que en su fase inicial contó con el auspicio de la Alcaldía de Bucaramanga y la Fundación Española MAPFRE, y a partir del cual se desarrolló un ensayo de campo para evaluar asociaciones que hasta el momento no habían sido evaluadas en niños colombianos, y que posteriormente incluyó una intervención de actividad física para identificar el efecto del entrenamiento de resistencia para mejorar la fuerza muscular junto con el entrenamiento aeróbico y en circuitos, en los factores de riesgo metabólicos que tenían presentes al inicio de la intervención.
De acuerdo con el doctor Patricio López-Jaramillo, director de Investigaciones de la FOSCAL e investigador principal del estudio, "Colombia tiene una transición nutricional y epidemiológica muy importante, en donde los factores clásicos de enfermedad cardiovascular se están presentando cada vez en edades mucho más tempranas. Estamos evidenciando una epidemia de sobrepeso y obesidad en niños y niñas, que puede estar acelerando a futuro la aparición de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, el síndrome metabólico y la diabetes". Añadió que “en el estudio se observó que el 21% de los participantes estaban en sobrepeso y obesidad, y además, fue evidente que a menor fuerza y capacidad aeróbica el índice de riesgo metabólico aumentaba de forma importante, tanto en niños como en niñas".
Durante el trabajo de campo los participantes fueron evaluados mediante una serie de mediciones físicas, de manejo del deporte y del tiempo libre. Además, se les calculó el índice para medir la resistencia a la insulina, la circunferencia abdominal, el nivel de los triglicéridos, la lipoproteínas de alta densidad y la presión sistólica, considerados estos, los factores clásicos que a largo plazo pueden volverse precursores de enfermedad cardiovascular.
Daniel Cohen, doctor en Ciencias del Deporte y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santander (UDES) expresó que "entre los resultados más importantes de esta investigación se destaca que si un niño desde edades tempranas tiene poca fuerza muscular, es sedentario y no es activo físicamente, automáticamente puede tener unos marcadores determinantes a largo plazo de enfermedad cardiovascular, lo cual sugiere que si se establecen programas de prevención primaria dirigidos a la realización de actividad física controlada desde el punto de vista de fuerza, sumados a ejercicios que aumenten la capacidad aeróbica como caminar o trotar al menos durante 30 minutos diarios se podría disminuir la probabilidad de muerte por enfermedad cardiovascular –la principal causa de mortalidad en Santander, y esto definitivamente se enmarca dentro de la prevención primordial".
Los investigadores enfatizaron que la práctica de actividad física regular en los niños puede contribuir a mejorar su rendimiento académico y la relación de estos con sus pares, además de ser un factor protector frente a conductas de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol, y el abuso de sustancias psicoactivas, entre otras.
Estos resultados se presentan días antes de la realización del Simposio Internacional: Estrategias para la prevención primordial de enfermedades cardiometabólicas, que se desarrollará el 21 y 22 de marzo en la ciudad de Bucaramanga, con la participación de importantes conferencistas nacionales e internacionales provenientes de instituciones como el Ministerio de Salud y Protección Social, la Universidad de McMaster de Canadá, la Universidad de los Andes, la Universidad del Norte, la Universidad Industrial de Santander, la Universidad Autónoma de Bucaramanga, la Universidad de Santander, el Observatorio de Salud Pública de Santander, entre otras.
El eje temático de este encuentro es la prevención primordial, la cual apunta al establecimiento de políticas públicas que permitan implementar programas y acciones que deben realizarse de forma colectiva como país o como región para impactar directamente en el desarrollo de algún factor de riesgo que pueda desencadenar una enfermedad.
Esta dirigido a médicos, investigadores, fisioterapeutas, salubristas, farmacéuticos y todo el personal de salud relacionado con la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiometabólicas en el ámbito regional y nacional.
